Aunque las críticas del Papa generaron malestar y sorprendieron a la Casa Rosada, el presidente Javier Milei dio la orden de no confrontar con el Papa Francisco y pidió a su tropa “no responderle”, con la premisa de que se trató de una “opinión” y que “no afecta” la hoja de ruta del Gobierno en materia social y en el control de los piquetes.
“Obvio que gustarían más los elogios, pero no hay que responderle, no cambia en nada nuestro plan de Gobierno, las opiniones son libres y más la de un Papa”, fue el mensaje que partió desde la cima del Gobierno.
“No le vamos a salir a pegar. Es su opinión y la respetamos”, indicó un importante funcionario con despacho en Balcarce 50, durante los primeros minutos que trascendieran las declaraciones de Francisco.
Pasado el mediodía, el vocero presidencial, Manuel Adorni, plasmó la postura oficial: “Es la opinión del Papa, la cual nosotros respetamos, escuchamos y hasta reflexionamos sobre lo que dice. No tenemos por qué compartir la visión que tiene sobre algunas cuestiones. Pero el respeto es total y absoluto a lo que pueda decir el Papa”, dijo en la conferencia de prensa.
También evitaron subir el tono desde Seguridad, donde la ministra Patricia Bullrich trazó una línea discursiva similar, a pesar de que Francisco hizo especial mención a la “represión” con “gas pimienta” a manifestantes en las recientes marchas al Congreso.
“No vamos a hacer comentarios”, anticiparon desde el entorno de Bullrich. “No vamos a contestarle. Es la opinión y como todas las opiniones se respetan”, completaron.
“Me hicieron ver un (video) filmado de una represión, de hace una semana, un poco menos quizás. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad. No tenían derecho a reclamar lo suyo porque eran revoltosos, comunistas… Y el Gobierno se puso firme: en vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta. Les convenía. Ténganlo en cuenta”, cuestionó el Papa, en un encuentro con movimientos sociales, entre los que se encontraba Juan Grabois y dirigentes peronistas.
Por otro lado, en el entorno presidencial dijeron desconocer el caso de corrupción al que aludió Francisco en su exposición en El Vaticano, pero no dejaron pasar la oportunidad de recordar que la referencia del Papa se dio en el marco de una reunión con varios de los dirigentes sociales denunciados por este Gobierno. En febrero, cuando viajó a Roma y tuvieron su primera audiencia, Milei le habló al Papa sobre las irregularidades que habían encontrado en el manejo de los alimentos y los planes sociales por parte de piqueteros.
Para denunciar el pedido de “coimas”, Francisco relató una anécdota que le transmitió “un emprendedor internacional, que estaba haciendo en Argentina”. “Cuando fue a presentar al ministro un nuevo plan de nuevas extensiones de lo que estaban haciendo, el ministro lo atendió muy bien y dijo ‘ ‘déjemelo’, ya lo van a llamar. Al día siguiente, el secretario del ministro lo llamó, le dijo si puede pasar ‘en dos días, así le entregamos el permiso’. (Cuando) pasó, le entregó los papeles y la firma…y cuando él (el inversor) se estaba por levantar, le dijo: ‘¿Y para nosotros, cuánto?.’ La coima. El diablo entra por el bolsillo, no se olviden”.
Desde el Gobierno hicieron un apunte casi de inmediato: “No dijo cuándo pasó, tal vez hablaba del gobierno de Alberto Fernández”.
El contrapunto se da al cabo de una semana en la que el Papa se había mostrado con la cúpula de la CGT, pero también había recibido a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, una de las mejores amigas del presidente Milei.
Las críticas de Francisco sorprendieron en Balcarce 50 justamente porque fue el propio Sumo Pontífice el que insistió para conocer a Pettovello luego de mostrarse con los sindicalistas. En ese sentido, Adorni recordó que el viaje de la ministra se dio por la “invitación” especial de Francisco. Y, aunque no lo dirán públicamente por la orden del jefe de Estado, hay quienes consideran que se trató de “una trampa” la convocatoria. “La llamó para cubrirse y que no podamos decir que no escucha a todos. Menos mal que no se sacaron foto”, remarcó una alta fuente del Gabinete.