El asado del martes a la noche en el quincho de la Residencia Olivos sirvió más que para concretar un posible interbloque de 87 diputados, para conformar una suerte de “task force” que defienda a Javier Milei de un eventual juicio político o de la posibilidad que caigan los vetos con los que el presidente busca cimentar su política de déficit cero.
La cena se desarrolló en la quinta de Olivos y el Presidente llegó a las 21, cuando los invitados ya estaban ubicados. Flanqueados por sus dos pilares, su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Habló no más de 5 minutos y fue para agradecer el apoyo de los diputados no sólo en la ratificación del veto a la reforma jubilatoria sino también por la aprobación de la Ley Bases.
A los propios y aliados les pidió que trabajen en conjunto. Puntualmente habló de armar «un scrum» para adelante. Es que al Gobierno le espera un panorama complejo en el último tramo del período ordinario del Congreso, ya que buscará aprobar Boleta Única de Papel, Ficha Limpia, que impide la presentación de candidatos condenados por hechos de corrupción, y, principalmente, el proyecto de Presupuesto 2025.
En esos minutos que habló a los invitados, el jefe de Estado trató de justificar el veto al aumento de las jubilaciones al alertar sobre el déficit que generaba la fórmula impulsada por la oposición. En este sentido, el Presidente explicó que no era la manera de encarar la solución del conflicto.
Durante la tertulia, que se extendió por unas 3 horas en total, hubo varios legisladores que se acercaron a dialogar mano a mano con el primer mandatario. El tucumano Mariano Campero, el único del grupo de cinco radicales que avaló el veto a la ley de movilidad jubilatoria, se acercó hasta donde estaba sentado Milei y, con su copa, brindó con un “Viva la Libertad” aunque sin el altisonante final que suele enunciar el líder libertario.
Pedido por el Presupuesto
Pero además de pedir trabajar en conjunto, Milei evitó hablar del Presupuesto 2025, proyecto que el propio Presidente presentó el domingo en una reunión realizada en el recinto de Diputados ante un centenar de legisladores.
En Casa Rosada se ilusionaron con que también haya coincidencias con ese grupo en temas como Presupuesto o Boleta Unica aunque no dieron pie a la chance que se conforme un sólido interbloque en la Cámara baja. “Fue un asado de camaradería con los diputados que apoyaron” en las últimas votaciones, indicó uno de los funcionarios de Balcarce 50 con asiduo diálogo con la denominada oposición dialoguista.
Más optimista, otro funcionario que también suele mantener un diálogo fluido con legisladores de la oposición no kirchnerista sostuvo que “es probable que haya mayores coincidencias con este grupo. Incluso algunos podrían pasar en breve a formar parte del bloque de LLA. Lo importante es que se ha conformado una avanzada contra intentos del kirchnerismo para agredir al Gobierno tanto en lo fiscal o ante el riesgo de un juicio político contra el Presidente”.
El debate recién arranca y Francos junto al secretario de Interior, Lisandro Catalán, quiere afinar la agenda con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y los titulares de las comisiones de Presupuesto de ambas cámaras del Congreso: los libertarios José Luis Espert (Diputados) y Ezequiel Atauche (Senado).
Para avanzar con la aprobación del plan de cuentas, el Gobierno necesita terminar de cocinar la relación con el PRO. En el bloque que comanda Cristian Ritondo advirtieron que todavía no se puede hablar de un entendimiento total con el oficialismo, pero aseguran que el escenario para un acuerdo con los libertarios está mejor que en la previa del tratamiento de la Ley Bases.
En el oficialismo fueron cautos sobre si el gesto de unidad esbozado por el grupo de diputados reunidos en el quincho de Olivos decantaría en un interbloque en la Cámara baja o bien en una alianza electoral con miras a las legislativas de 2025. “La confraternidad siempre ayuda pero un eventual acuerdo depende de un proceso. Sí cuando caminas juntos durante un año al final terminás siendo uno”, explicó, a su turno, un diputado del PRO.
Sin embargo, en el mundo libertario buscan ampliar su conformación y la interna del bloque radical, que comanda Rodrigo De Loredo, alienta la posibilidad de sumar nuevos votos, más allá de los 5 radicales que apoyaron el veto a la ley de movilidad jubilatoria.
El pago con tarjeta de débito, la queja de Lilia Lemoine y el error de comunicación
La cena con los diputados con el presidente en la Quinta de Olivos generó una fuerte crítica en el mundo político. «Hubo un problema de comunicación», se sinceró uno de los diputados oficialistas luego de recibir una oleada de cuestionamientos por haber participado en el asado. «No se celebró haber frenado un aumento a los jubilados, nada de eso», completó el legislador ante la consulta de Clarín
Al ingresar, los invitados no sólo tenían que pasar la tarjeta de débito para pagar los $ 20 mil que se cobraba por el plato sino que, además, debían dejar los celulares porque querían evitar imágenes no autorizadas. Uno de los legisladores del partido amarillo tuvo que pedirle prestada esa suma a un par ya que solo tenía tarjetas de crédito.
Mientras los diputados iban llegando al quincho hubo un bandejeo con bruschettas. Pero uno de los momentos que generó alguna tensión fue a la hora de acomodarse en la mesa dispuesta en forma de herradura. Según revelaron algunos testigos, la diputada Lilia Lemoine se mostró molesta porque no estuvo en la zona vip cerca de la cabecera ocupada por Milei. La cosplayer e influencer fue acomodada en una de las puntas de la mesa, según confiaron algunos testigos.
El menú incluyó de entrada una empanada, plato principal asado con ensaladas, acompañado con gaseosas y vino. De postre mousse de chocolate, un clásico.