sábado, 21 septiembre, 2024
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Las represas de Santa Cruz se inundaron en medio de las negociaciones con China para reactivar las obras

Las obras están paralizadas desde diciembre por falta de financiamiento. Casi 3000 personas fueron cesanteadas. Se espera la firma con los financistas chinos para retomar las tareas.

Paula López

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El deshielo hizo que la represa Jorge Cepernic quedara inundada, incluso lo que será su futura sala de máquinas. (Fuente: Uocra Santa Cruz)

Ocho meses de parálisis, las fuertes nevadas y el deshielo en la alta montaña que dejaron las temperaturas más moderadas jugaron estos días un rol clave en una postal inédita: la represa Jorge Cepernic, en obra hace años, sobre el río Santa Cruz, se inundó y hasta lo que será la futura sala de máquinas quedó bajo el agua.

El medio centenar de operarios que custodia y realizan tareas de mantenimiento en esa megaobra, junto a la Néstor Kirchner, no pudo hacer mucho para evitar el ingreso del río, cuyo caudal creció abruptamente en el inicio de la temporada de deshielo.

Leé también: Privatizaciones: el Gobierno dio el primer paso para vender las acciones de cuatro represas hidroeléctricas

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La empresa constructora Represas Patagonia realizó tareas de desvío para que el agua del río Santa Cruz no llegara a las obras. (Fuente: Represas Patagonia)

Incluso se prevé que la situación puede empeorar en las próximas semanas cuando el deshielo se haga más intenso. “Cuando los 5000 obreros trabajaban en las dos represas, se activaban las bombas para evitar inundaciones, ahora con menos de 50 personas trabajando en las dos obras, es imposible“, comentaron desde los gremios del sector.

“Desde que comenzó la situación, personal de UTE Represas Patagonia está realizando trabajos de desvío, contención y bombeo para normalizar la situación, logrando neutralizar hoy (por el lunes) el ingreso de agua a las referidas estructuras”. Según las evaluaciones realizadas, “no se evidencian daños a las estructuras” que cuando la obra esté concluida quedará bajo el agua.

Las represas de Santa Cruz están paralizadas desde diciembre de 2023 por falta de financiamiento, que lo otorgan bancos chinos, y en marzo la empresa constructora (la UTE integrada por firmas argentinas y chinas) dejó cesante al grueso del personal. Desde entonces quedaron unas decenas de obreros en las zonas de tareas, aunque el crudo invierno austral hizo que debieran ser evacuados por vía aérea a fines de junio.

Ahora que el clima empieza a mejorar y cuando se espera que la Argentina y China firmen la adenda doce al contrato de construcción para destrabar US$800 millones y retomar las tareas, se produjo una renovada tensión entre el Gobierno y la empresa constructora.

Según puso saber TN, la estatal Enarsa intimó hace un mes a la UTE constructora, por lo que considera un abandono de la obra. Ante la situación, ordenó a los contratistas a reincorporar personal suficiente, enviarlo a las obras y comenzar cuanto antes las tareas.

Advirtió, además, que los trabajos llevan mucho retraso y que pueden constituir causal para rescindir el contrato.

El Ejército evacuó a 16 trabajadores de las represas de Santa Cruz varados por el fuerte temporal de nieve que se registra en la Patagonia. (Foto: Ministerio de Defensa)

El Ejército evacuó a 16 trabajadores de las represas de Santa Cruz varados por el fuerte temporal de nieve que se registra en la Patagonia. (Foto: Ministerio de Defensa)

Desde el sector, expusieron a TN que la constructora no está obligada a financiar la obra, pero que lo hizo y aportó fondos en varios momentos en que se atrasaba el financiamiento chino.

Incluso, sostuvieron, con la obra paralizada entre diciembre de 2023 y marzo de 2024 se mantuvieron y pagaron los salarios de casi 3000 obreros, a la espera de que se resolviera la situación bilateral.

Al ser una obra financiada al 100% por el crédito de los bancos chinos, el Estado nacional es el obligado a contar con los fondos para garantizar el pago de los certificados de obras públicas que vaya a desarrollar o esté desarrollando, indicaron.

La firma de la adenda es crucial para destrabar los fondos, ya que los financistas chinos ya habrían dado el aval a retomar los desembolsos tras aceptar los retrasos en los tiempos del contrato.

La expectativa es que ese paso se cumpla antes de que finalice agosto, a fin de contar con unos US$800 millones un mes después, y así poder retomar las obras en octubre, aunque desde los gremios dicen que los plazos serán más largos por el abandono casi total que el proyecto tuvo en estos ocho meses.

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