La isla de Ikaria, ubicada en el mar Egeo, ha captado la atención del mundo por su notable longevidad y la salud vibrante de sus habitantes. Conocida como una de las “zonas azules”, es decir, un área del mundo donde las personas viven mucho más tiempo y son más saludables que el promedio, este lugar tiene secretos valiosos sobre la dieta ideal.
La “dieta ikariana”, fuertemente influenciada por la abundancia de productos locales y las tradiciones culinarias ancestrales, se ha convertido en un modelo a seguir para aquellos que buscan mejorar su salud y calidad de vida. Basada en una variedad de alimentos frescos, principalmente de origen vegetal, esta dieta ofrece una promesa de bienestar físico y perdurabilidad.
Uno de los pilares fundamentales de la dieta ikariana son las verduras silvestres, conocidas como “hortas”, que en griego significa “hierbas” que se consumen en diversas preparaciones, ya sean crudas, con un toque de limón y aceite de oliva, o cocidas en sopas, tartas saladas y otras delicias culinarias.
Estas verduras, recolectadas en la naturaleza, están cargadas de nutrientes y fitoquímicos beneficiosos para la salud.
El aceite de oliva, ampliamente utilizado en la cocina mediterránea, es otro componente esencial de la alimentación ikariana. Rico en grasas monoinsaturadas y antioxidantes, este ingrediente se asocia con la protección del corazón y el cerebro, con lo que contribuye a una mayor longevidad y salud cognitiva.
Las hierbas aromáticas, como el romero, también desempeñan un papel destacado en este tipo de dieta en esa región del país europeo. Consumidas en infusiones y platos cocidos, no solo añaden sabor y aroma a las comidas, sino que también aportan una amplia gama de beneficios para la salud, incluyendo propiedades antibacterianas y antioxidantes.
Por su parte, las legumbres, como las lentejas, son una fuente importante de proteínas y fibra. Al ingerirlas regularmente, estos alimentos ayudan a mantener un peso saludable, a la vez que promueven la salud digestiva y cardiovascular.
El ajo, otro ingrediente básico en la cocina ikariana, es popular por sus potentes propiedades medicinales. Rico en compuestos sulfurados y antioxidantes, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, reduce la presión arterial y protege contra enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
En tanto, el bulgur, un cereal integral rico en fibra y nutrientes, es una opción popular en la dieta ikariana. Presente en diversas preparaciones, como ensaladas y platos principales, este tipo de trigo, también conocido como burgol, proporciona energía duradera y apoya la salud digestiva.
Por último, las almendras, una fuente de grasas saludables, proteínas y minerales, son un bocadillo popular en Ikaria. En pequeñas cantidades, como parte de una dieta equilibrada, estos frutos secos contribuyen a mantener un corazón sano y huesos fuertes, además de ayudar en la pérdida de peso.
La dieta ikariana se ofrece como una valiosa guía para adoptar hábitos de alimentación saludables y sostenibles que promuevan la longevidad y el bienestar. Inspirada en los principios de la cocina mediterránea y en las tradiciones culinarias ancestrales, recuerda la importancia de consumir alimentos frescos, de origen vegetal y de calidad, para vivir una vida larga y saludable.
LA NACION