Los Jaguares habían llegado a la final del Super Rugby en 2019 y aun así persistía una incógnita por el futuro del puesto de apertura. En 2020, Gonzalo Quesada promocionó a un joven tucumano de por entonces 22 años. Tomás Albornoz jugó dos partidos con la camiseta de Jaguares antes de que la pandemia forzara el desmembramiento del equipo. Su desarrollo se demoró, pero cuando le llegó la oportunidad demostró que tiene pasta para ser el dueño de la camiseta número 10 de los Pumas. Dos semanas después de demostrar que tenía condiciones para conducir al equipo, en Santiago del Estero y ante los bicampeones del mundo se puso el equipo al hombro y fue una de las grandes figuras en la encumbrada victoria por 29-28.
Albornoz jugó un partido impecable en los 80 minutos que jugó ante los Springboks. Fundamentalmente, tomó decisiones acertadas sobre cuándo abrir el juego, cuándo guardarse la pelota y cuándo patear. En definitiva, cumplió con la función que se le exige a un apertura. Sólo le faltó ser más efectivo en los envíos a los palos para redondear un partido perfecto. Ya ante los Wallabies en Santa Fe, su primer partido como titular ante un equipo del Tier 1, Albornoz había dado cuenta de su capacidad de conducción. Este sábado dio un paso más. Por la exigencia del rival, por el comienzo adverso que tuvo el equipo y así y todo no se amedrentó, por la forma en que manejó la presión al final del partido.
Como ejemplo, basta observar los dos primeros tries de los Pumas. En el primero corrigió una primera fase que había salido un poco sucia al cortarse para adentro generando un mini quiebre, que después Chocobares capitalizó generando la conquista de Mateo Carreras. En el segundo, participó dos veces en una jugada preestablecida que terminó en el desborde del wing y la conquista de Matera. Por si fuera poco, apoyó el cuarto, burlando a Mapimpi con un amago.
Sus despejes con el pie, función que alternó con Juan Cruz Mallía, fueron en su mayoría brillantes. Siempre buscando espacio, muchas veces con muy buena distancia, y también acertó cuando buscó pelotas altas a disputar. Cuando en en el segundo tiempo Sudáfrica apeló a su juego tradicional y utilizó la patada como arma ofensiva, los Pumas respondieron a la altura y hasta ganaron ese duelo, en gran parte merced a su ejecución. Las patadas a los palos son uno de sus puntos fuertes, aunque esta vez falló una conversión y dos penales en siete intentos.
Después de la desaparición de Jaguares, Albornoz estuvo en el amplio plantel del Tri-Nations, pero no llegó a ver acción. Jugó un año en Jaguares XV hasta que emigró a Benetton de Italia a jugar la competitiva United Rugby Championship. El debut con la celeste y blanca recién se produjo dos años más tarde, en 2022, ante los Wallabies en Mendoza (un minuto de juego). Una semana más tarde, ante el mismo rival, apoyó su primer try al entrar a cuatro minutos del final. Las oportunidades que aparecían eran escasas. Peleó por un puesto para ir al Mundial, y hasta viajó con el equipo a la gira previa a Portugal, pero Cheika se inclinó por la experiencia de Nicolás Sánchez.
“Todo lo que viví en los años anteriores fue un proceso. Siempre confié en el laburo. En los últimos dos partidos jugué muchos minutos y estoy muy contento con eso”, dijo a ESPN tras la consagratoria actuación. “Sabía que era un partido durísimo. Jugar con los bicampeones del mundo en casa, hubo una intensidad al máximo hasta el último minuto. por suerte se nos dio el resultado”.
El puesto de apertura viene siendo un tema sin resolución para los Pumas desde que el histórico Nicolás Sánchez, otro tucumano, empezó a ser inconsistente. Para el Mundial de Japón apareció Benjamín Urdapilleta como alternativa, temporaria dada su veteranía. El desmembramiento de Jaguares impidió desarrollar uno propio. Santiago Carreras, fullback por naturaleza, apareció como alternativa allá por 2021. Dadas su condiciones innatas y el peligro que entraña para el rival cada vez que toca la pelota, cumplió. No obstante, por momentos quedaba en evidencia su falta de conocimiento de un puesto que requiere un tacto especial, ya que es quien conduce los hilos del equipo. Es quien toma la mayoría de las decisiones. Albornoz demostró tener pulida esa cualidad.
También el puesto de medio-scrum, el otro conductor del equipo, está en jaque. Tomás Cubelli sufrió repetidas lesiones en los últimos años, Gonzalo Bertranou no termina de consolidarse más allá de cumplir casi siempre. Lautaro Bazán Vélez intercambió partidos buenos con otros no tanto. Ante su lesión, Gonzalo García, que se perdió la posibilidad de pelear por un puesto en el último Mundial por una lesión ligamentaria en la rodilla, le dio un salto de calidad al puesto en los últimos tres partidos.
Surgido de Tucumán Rugby, Albornoz, de 27 años, venía de tener su mejor temporada en Benetton, donde se enfrenta regularmente con equipos irlandeses, galeses, escoceses y… sudafricanos. En su nuevo ciclo, Contepomi apostó por él, primero como alternativa a Carreras. Debutó como titular en la ventana de julio ante Uruguay y dos semanas después tuvo su oportunidad ante Australia. No la desaprovechó. Lo que mostró ante los Springboks ahora deja en claro que los Pumas tienen apertura para rato.