viernes, 20 septiembre, 2024
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Desde $68 mil: 10 opciones para elegir dónde dormir en San Antonio de Areco

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Atmósfera colonial y paisajes pampeanos. Con ese combo irresistible, sumado a su cercanía a la Ciudad de Buenos Aires, San Antonio de Areco se consolidó como una de las escapadas favoritas para quienes buscan una pausa de la vida urbana. Y, a medida que más viajeros arribaban a este destino, la oferta hotelera fue creciendo en variedad y calidad. Desde pequeñas cabañas y fincas llenas de historia hasta lujosos resorts con todas las comodidades, en esta guía elegimos 10 de los mejores lugares para disfrutar al máximo una escapada en uno de los pueblos más pintorescos de la provincia de Buenos Aires.

Pampas de Areco

Enclavado en cinco hectáreas de hermosos paisajes con especies autóctonas, con un diseño arquitectónico que optimiza las vistas de la llanura pampeana, este lujoso resort de 30 habitaciones es una de las mejores opciones de hospedaje en San Antonio de Areco. Su oferta gastronómica se destaca en su restaurante Los Federales, donde sirven platos tradicionales argentinos, acompañados por una selecta carta de vinos.

Desayuno en Pampas de Areco.

El spa Aguaribay es un verdadero santuario de bienestar, equipado con un circuito de aguas que incluye sauna seco, sauna húmedo, duchas escocesas y finlandesas, y una piscina climatizada in/out con vistas al lago. Para quienes buscan desconectarse de la rutina, Pampas de Areco ofrece paquetes de fin de semana que incluyen estadía para dos personas, bebida de bienvenida, media pensión, y acceso libre a diversas instalaciones como la piscina exterior, cancha de tenis, cancha de fútbol y el spa.

Habitación doble en Pampas de Areco.

Maximiliano Amena y José Tambutti dibujaron y soñaron muchas veces este espacio. La idea era crear una casa donde combinar sus pasiones: la fotografía y la música. Una caja de resonancias donde se mezclan el arte y el turismo.

Ojos Negros es una construcción cargada de madera con toques nórdicos, inmersa en un prolijo y cuidado jardín.Maximiliano Amena

Ojos Negros es una residencia de fin de semana, con todas las comodidades necesarias, pero también una sala donde Maximiliano y José suelen hacer funciones de un espectáculo que combina fotografía, video y piano clásico en vivo, llamado Arribo. Para los turistas que visiten Areco –o Duggan, donde está esta propiedad–, aquí se encontrarán una construcción de impronta nórdica, inmersa en un prolijo y cuidado jardín.

Piano de cola en Ojos Negros.Maximiliano Amena

Puesto La Picasa

Uno de los gauchos más famosos de San Antonio de Areco, Martín Tatta, tiene ahora también dos cabañas donde es posible compartir parte de su día a día. Una cotidianeidad marcada, sin duda, por la presencia permanente de su tropilla.

El Puesto La Picasa, las cabañas del emprendimiento de Martín Tatta.Maximiliano Amena

Las cabañas Baya y Ruana son dos construcciones rústicas de madera, pero a la vez confortables y bien equipadas con todo lo necesario. Quienes se hospeden en La Picasa podrán despertarse con el cantar del gallo o de los pájaros. Además, por su ubicación (apenas alejadas del pueblo), son un spot inmejorable para observar atardeceres bien pampeanos. Para el verano, ofrecen un tanque australiano donde refrescarse.

Habitación doble en La Picasa.Maximiliano Amena

Una propuesta con 15 años de vigencia. “Nos vinimos a vivir acá en busca de una mejor calidad de vida, nuestra vivienda en la planta baja y sólo dos habitaciones de alquiler, en la planta alta”, cuenta Inés Talón. Desde lo estético, este proyecto busca insertarse en la arquitectura local, con aberturas de demolición e incorporando un sesgo actual y colorido en los interiores.

Patio colonial en La Demorada.Maximiliano Amena

Hay espacios para la lectura, la contemplación, muchos libros y ninguna pantalla. “La idea es ayudar a desconectar, que es la intención o el deseo de la mayoría de quienes nos escapamos de las ciudades, aunque sólo sea por unos días…”, dice Inés. Cada rincón de La Demorada está pensado para que sus visitantes “descubran de a poco esos pequeños detalles que construyen la armonía”.

Habitación doble en La Demorada.Maximiliano Amena

La Madrugada

Estancia íntima inaugurada en 2021 por la galesa Lucinda Paxton y emplazada en un amplio parque con rosedal propio. Es un entorno idílico para reconectar con la naturaleza en un ambiente exclusivo: la casa tiene solo tres habitaciones.

El entorno idílico de La Madrugada.Estrella Herrera

Tras la partida de Lucinda, desde marzo de este año la encargada del lugar es María Emilia De Blasi, ex secretaria de Turismo de Areco, y amplia conocedora del pago. En la cocina están al mando Inés González y Joaquín Russo, que preparan platos de estación con productos orgánicos y buscan complacer a los huéspedes a toda hora. Se recibe con pensión completa, paseos a caballo, pileta semi olímpica, bicis vintage, paseos al atardecer, cabalgatas, fogón con guitarreada folklórica y avistaje de aves de la región pampeana.

El regreso de un clásico. La ex Bamba Chica y ex Paraje de Areco, reabre bajo nueva denominación, de la mano de Luisa Fernández Ocampo, quien recuperó este viejo caserón del siglo XIX, inmerso en una zona de quintas conocida como El Tropezón.

La antigua Bamba Chica es ahora El Paso de Areco.Maximiliano Amena

Este hospedaje está ubicado a un kilómetro del Puente Viejo. La decisión de reciclar la casa –que data de 1827– estuvo acompañada del lanzamiento de un emprendimiento que incluye día de campo, espacio para eventos, y un hospedaje de cuatro habitaciones (con baño privado). En el patio, un antiquísimo ombú (calculan que tiene más de 200 años) y un bello aljibe son testimonio del paso del tiempo.

La casa donde ahora funciona El Paso de Areco fue construida en 1827.Maximiliano Amena

Finca Amambay

Tejuelas, ladrillones, puertas de hierro con vidrios repartidos y un living adornado con una acogedora salamandra. Este caserón rodeado de innumerables árboles, está ubicado a tres kilómetros de la Ruta 8, sobre un camino rural. Por eso, acá es posible sumergirse en la serenidad del silencio, sentir la escarcha de la mañana, disfrutar del aire libre.

Este caserón rodeado de innumerables árboles, está ubicado a tres kilómetros de la Ruta 8, sobre un camino ruralMaximiliano Amena

La historia de esta propiedad se remonta a 2004, cuando la artista Karin Stromp –cuyas creaciones conviven en la casa con los visitantes– y su familia la transformaron en un hogar lleno de vida y encanto. Veinte años después, Amambay se ha convertido en un lugar especial que invita a los huéspedes a disfrutar de su clima de hogar. El sitio es ideal para venir en grupos de hasta 8 personas, pero también reciben parejas.

El bello living de Amambay.Maximiliano Amena

A sólo 600 m del casco histórico, la historia de esta estancia se remonta a 1790. Fue tambo, huerta, espacio de reuniones sociales e innumerables historias. El hospedaje está inmerso en 40 hectáreas; son 26 habitaciones, cada una con estilo bien campero y diseños exclusivos de la artista May Borovinsky, quien, junto con Mariela Aquilio, dirigen este hermoso refugio.

El antiguo casco de la Cina Cina.Maximiliano Amena

Penco Hue

En el haras que la familia Dufaur construyó allá por 2001, en Vagues, crearon un centro de meditación, al que incorporaron dos bellas cabañas (Calihue y Len), de arquitectura eco-minimalista.

Arquitectura eco minimalista en Penco Hue.

“Buscamos generar espacios amplios con elementos como piedra, madera y techos vivos”, cuenta Patricio Dufaur. El complejo tiene una biopiscina con filtro ecológico de plantas acuáticas y un revestimiento de piedras volcánicas. “En el mismo escenario trabajamos con caballos, la convivencia con ellos es nuestro leit motiv”, dice.

La vista desde la cabaña de Penco Hue.

Está ubicado frente al Parque Criollo y busca combinar la tranquilidad del entorno natural con servicios de alta calidad. Un Alto en la Huella Hotel, Spa & Wellness Resort cuenta con 19 habitaciones con vista al campo y su punto fuerte es el spa “La Aguada”: una piscina climatizada, jacuzzi privado (con reserva previa) y sauna húmedo.

El frente de Un Alto en la Huella, uno de los últimos emprendimientos hoteleros inaugurados en Areco.Maximiliano Amena

El restaurante El Palenque sirve cocina de autor y ofrece una variada carta de bar para tragos y té. Durante los fines de semana, su parrilla abierta invita tanto a los huéspedes como a los visitantes ocasionales. Un Alto en la Huella propone también un programa de Wellness que combina actividades físicas y mentales en modalidades de 3 o 6 noches, con alojamiento, comidas y una variedad de actividades recreativas, deportivas y culturales.

Un Alto en la Huella propone también un programa de Wellness, que incluye una experiencia de bienestar integral.Maximiliano Amena

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