Buenos Aires es una ciudad repleta de sorpresas, que alberga muchas historias y secretos, y una de las más destacadas es una columna del Imperio Romano, un pequeño, pero impresionante monumento de mármol que está hace 39 años en una de las plazas más emblemáticas del país. Esta pieza, con más de 2.000 años de historia, fue descubierta durante una excavación en el corazón de Roma. En un gesto de generosidad y con intensión de mantener buenas relaciones, Italia decidió donarla para que forme parte de Argentina.
Cabe recordar que las columnas son estructuras verticales talladas en piedra, que suelen estar coronadas por un capitel en su parte superior. Los romanos, reconocidos por su gran habilidad en la escultura, también elaboraban estatuas en piedra o mármol. Los estilos de columnas que desarrollaron incluyen el dórico, el jónico y el corintio.
Aunque pasa desapercibida para la mayoría de las personas que pasan por allí, se encuentra en Plaza Italia, en el barrio de Palermo. Este lugar, además de tener una relación directa con la pieza de museo debido a su nombre, es un punto de conexión para varias líneas de colectivos y está cerca de diferentes atractivos turísticos de la ciudad.
En la cuenta oficial de la Ciudad de Buenos Aires en Instagram (@buenosaires), se compartieron una serie de imágenes que muestran en detalle esta sorprendente columna romana. Las publicaciones permiten apreciar de cerca sus características y acabados en mármol, además de que también relatan la historia completa de su llegada a Argentina. A través de estas postales, los seguidores pueden descubrir la fascinante travesía de esta pieza histórica, desde su extracción en el Foro Romano hasta su instalación en uno de los espacios más emblemáticos de la capital argentina.
Aunque se piense lo contrario, Plaza Italia no fue la primera ubicación de esta columna en el país. Cuando llegó, en 1955, se instaló en la intersección de la Avenida del Libertador con la Avenida Luis María Campos. Esta pieza tiene un trasfondo fascinante, ya que el Foro Romano era uno de los centros neurálgicos del antiguo Imperio, donde se congregaban comercios, templos y palacios administrativos.
Además de su ilustre procedencia, la columna cuenta con detalles que la hacen única: es de mármol, mide 1,9 metros de altura y 55 centímetros de diámetro. Actualmente, su cuidado está a cargo de la Asociación Romana y de Lazio en Argentina, lo que refuerza su importancia cultural. Es, sin duda, una de las piezas históricas más antiguas y valiosas que residen en el país en la actualidad.
Como si eso fuera poco, la historia no termina allí, ya que a más de 1.000 kilómetros de Buenos Aires, en la provincia de Mendoza, también se encuentra otra joya histórica en una plaza, curiosamente, llamada Italia. En este caso, se trata de un pequeño capitel de 2.000 años de antigüedad que, al igual que la columna de Buenos Aires, formó parte del Foro del Imperio Romano. Fue inaugurado el 20 de septiembre de 1959 como símbolo de los lazos de amistad entre Mendoza y Roma y, además, refuerza la profunda conexión cultural entre Argentina e Italia.
LA NACION