Así como hace unos años se puso bajo la piel del chef Adam Jones en la película Burnt, Bradley Cooper (49) volvió a vestir el delantal de cocina, aunque esta vez lo hizo en su propio foodtruck. Se trata del emprendimiento que lanzó el año pasado, Danny & Coop’s Cheesesteaks, junto al cocinero y empresario Danny DiGiampietro –dueño de la cadena Angelo’s Pizzeria–, donde preparan los famosos cheesesteaks, sándwiches de queso y carne muy característicos de la ciudad de Philadelphia.
“Crecí en esa ciudad y en una familia donde todo ocurría en la cocina. Mi madre es italiana, al igual que mi abuela, así que la vida giraba en torno a lo que íbamos a comer. Ese fue el tema de conversación siempre. Hoy me encanta cocinar y toda la vida me gustó”, dijo Cooper en una entrevista en la que también reveló que antes de dedicarse a la actuación, trabajó en un restaurante griego e incluso fue ayudante de cocina en un restó italiano en Nueva Jersey.
El sábado 25, la estrella de Hollywood no dudó en arremangarse y salir a vender sus cheesesteaks durante el festival BottleRock organizado en Napa Valley, California. Allí, su novia, la top model Gigi Hadid (29), –con quien sale desde octubre del año pasado– aprovechó para saborear el famoso sándwich. Esta no es la primera vez que Cooper toma el mando de la cocina. Ya lo hizo en Las Vegas hace unas semanas y el año pasado, en las calles de Nueva York.•
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