Para Luis Pagani, expresidente de Arcor, ser empresario es mucho más que generar valor económico a una compañía. También tiene que pensar en el bienestar de la comunidad de la que forma parte y saber “jugársela” en un país donde las reglas de juego cambian constantemente, según sostuvo durante el 41° Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
“Creo que la palabra empresario ha sido muy cascoteada. Pero el empresario, sobre todo en comunidades chicas, del interior, genera valores que van desde una mejor educación hasta tener un servicio de salud mejor. Y tomar desafíos, porque el empresario se la juega. ¿Y en la Argentina? Te la jugás las 24 horas. Acá siempre se dicen ‘reglas claras’, pero hace 30 años que queremos reglas claras, no es de ahora”, dijo en el auditorio del Centro de Convenciones de Buenos Aires.
Tras haber recibido el Reconocimiento a la Trayectoria Empresarial, repasó sus 30 años en Arcor, negocio que heredó tras la muerte de su padre en un accidente. Y ante la pregunta sobre cómo hacer para expandir una empresa más allá de la frontera, recomendó, en primer lugar, “empezar cerca para luego dar el otro salto”. Y, en esta línea, sugirió mirar hacia los países vecinos Chile y Brasil.
“Es importante que las empresas tenga una parte de sus ventas en el exterior. Creo que Chile y Brasil son dos buenos países previos a querer expandirse. En Chile están todos los jugadores del mundo y los aranceles son bajos, por eso da un ejercicio importante para las empresas. Y antes de hacer un viaje de 12 horas en avión, a solo 2 horas está San Pablo. Creo que Brasil como mercado importante y que tiene un gran tamaño, es clave”, se explayó Pagani.
También recomendó trabajar “en los bloques de comercio”, y agregó: “Siempre fui un defensor del Mercosur, a pesar de las dificultades hay tenido a través de estos años”.
“Durante mi gestión, nos tocó vivir tres crisis. Esta última no me tocó a mí, pero se veía venir. En el fondo, esto es malo, porque estas crisis retrasan los proyectos que uno tiene y se vive como una desilusión. Afecta a toda la Argentina. Creo que son momentos difíciles, pero como ciudadanos creo que tenemos que terminar con este ciclo de péndulo que va de un lado para el otro. Las oportunidades están para la Argentina”, alentó.
Pagani no fue el único empresario que se subió al escenario para hablar de la oportunidad que tiene el país y el cambio de rumbo de los últimos meses. También fue eje de conversación durante el panel “El rol del empresariado argentino”, en el que estuvieron Martín Cabrales, presidente de Cabrales; Gonzalo Tanoira, presidente de San Miguel, y José Urtubey, accionista y director de Celulosa Argentina.
“Yo soy optimista y creo que hay un rumbo. Tenemos a un Gobierno y un Presidente que ha cambiado un poco la agenda de la Argentina y creo que tenemos un rol muy importante en ese cambio y somos parte de la solución. El empresario tiene el Pacto de Mayo, donde lo importante son los puntos que venimos reclamando, insistiendo hace tiempo; hay que ahondar y apoyar los puntos que generan políticas de mediano y largo plazo, porque la Argentina necesita previsibilidad. Y los primeros en creer en la Argentina tenemos que ser los empresarios, que venimos apostando hace muchos años, sin importar el tamaño, porque la problemática actual es transversal y nos afecta todos. La Argentina tiene solución, el camino es difícil, pero los temas están sobre la mesa”, acotó Cabrales.
En el mismo sentido se expresó Tanoira, quien explicó que su compañía exporta el 95% de la producción y tiene que competir a nivel internacional contra otros países “que tienen estabilidad y mano de obra estable”. En ese marco, contó que las variaciones del tipo de cambio afectan los costos y precios de los productos, por lo que contar con previsibilidad es clave para el negocio. “Creo en esta nueva propuesta y este cambio cultural que tiene el país. Sin duda, Javier Milei y [Luis] Caputo tienen claro hacia donde van”, mostró su apoyo el empresario.
Por su parte, Urtubey reconoció que para hacer negocios es “indispensable” equilibrar la macroeconomía y controlar la inflación. Sin embargo, agregó sobre la importancia de que el sector público también se involucre en la microeconomía, en el cuidado de las cadenas productivas y el mercado interno. “No significa ser proteccionista, es entender un mundo donde se prioriza la cadena de valor; falta trabajar todavía sobre la microeconomía”, concluyó.