Las pasas de uva, fruta deshidratada derivada de uvas secas, son consideradas un superalimento. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), son ricas en carbohidratos, fibra, calcio, fósforo, sodio, hierro y vitaminas K, B3 y B1. Además, algunos expertos señalan que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y mejoran la circulación y eliminan toxinas.
Valoración nutricional de las pasas de uva (por 100 g)
Las pasas de uvas se destacan por sus propiedades diuréticas, digestivas y antioxidantes, así como su riqueza en calcio, hierro y fibra. Además, su bajo índice glucémico las convierte en un snack saludable, mientras su capacidad antioxidante mejora la salud cardiovascular y bucal.
Un estudio de la universidad Estatal de Oklahoma mostró que esta fruta también tiene beneficios significativos para la salud ósea y el crecimiento. Esto es debido a que fortalece los huesos y aumenta los niveles de IGF-1, una proteína crucial para regular la hormona del crecimiento. Asimismo, es una aliada perfecta en las dietas para aumentar la masa muscular o perder peso, generando sensación de saciedad.
Otros benéficos de las pasas de uva:
¿Cómo consumir las pasas de uvas?
Gracias a sus propiedades, como el resveratrol, potasio, vitamina K, flavonoides, clorofila y ácidos fenólicos, las pasas de uvas son una opción saludable ideal para consumir a cualquier hora del día. Según los expertos en salud, para aprovechar todos sus beneficios, se debe consumir entera, con la cáscara y las semillas. Es importante masticar bien para evitar atorarse.
La recomendación de la ingesta es de 2 a 3 porciones, que corresponde a 200 gramos de uva. Cabe mencionar que si la consumís en jugo y vas a agregar algún tipo de endulzante artificial, podés incrementar el nivel de glucosa en la sangre.
Podés consumirlas solas o incorporándolas con otros frutos secos. Las podés incluir en ensaladas o preparaciones con carnes. Gracias a su fuente de hierro, ayudan a reducir las ansias de comer. Recordá que siempre es importante consultar con tu médico de cabecera si vas a incluir un nuevo alimento. Cada cuerpo actúa diferente y puede tener una reacción contraproducente.
LA NACION